Después de varios días sin salir, asistí a la performance de Michelle Ricardo y otros artistas del Spoken word que se presentaron en la Zona Colonial, estuvieron geniales; al acabar y sin mucho entusiasmo por mi parte, acompañé a unos amigos a tomar unos mojitos. Volví pronto a casa, dejando de lado los que seguían la marcha; el son montuno de La sartén no hacían tilín a mis mulatas caderas, ningún interés despertaron las terrazas y los veladores de El Conde, poco me irritaron los malos rockeros de la calle Hostos, ni me sedujo la soledad ruidosa del V° bar... no les dediqué una mirada indiferente, no sentí interés en su ambiente y lo joven aún, de esa noche. Así llegué a casa, preguntándome si este desinterés paranoico es consecuencia de alguna negación oculta, la tristeza, de la edad.. a mi corta edad?
Y siempre termino eludiendo mis reflexiones internas desviando el pensamiento a la hipocondría, los años, los trastornos bipolares... entonces acabo haciendo una mezcla de lentejas con arroz, que no es lo mismo que un arroz con mango
Y siempre termino eludiendo mis reflexiones internas desviando el pensamiento a la hipocondría, los años, los trastornos bipolares... entonces acabo haciendo una mezcla de lentejas con arroz, que no es lo mismo que un arroz con mango
Para un arroz con lentejas, o viceversa...
Lentejas guisadas (ver receta de lentejas guisadas rápidas aquí)
Arroz cocido (una taza de arroz cocido por cada litro de lentejas guisadas)
Un chorrito de aceite de oliva
Un poco de perejil picadito y un aguacate para acompañar.
En la olla de las lentejas, añadimos el arroz, movemos hasta integrar todo, añadimos el aceite (y un chorrito de agua si es con lentejas recalentadas), tapamos y dejamos calentar a fuego bajo 8-10 minutos. Servimos decorando con perejil picado y aguacate como ensalada.
A buen tiempo!