Al sabor del Tamarindo

Una combinación salada, picante y delicado sabor a tamarindo.   Ingredientes comunes, que combinados con pollo y larga maceración obtendrán un resultado exótico y caribeño.

Este es mi primer plato de pollo.  Las aves en general nos desagradan como alimento en casa.  Diciendo esto corro el riesgo de ser linchada en mi país, donde el pollo es el plato estrella junto a la bandera.  Pero es que no puedo, en serio, no puedo con su olor!   
Y porqué  ahora cocino con él.   Os explico.  Mientras mi madre estuvo ingresada en el hospital, su dieta diaria, además de pescado y verduras, incluía varias veces a la semana, pollo al vapor, a la plancha o guisado.   Tomé nota de la limitada dieta,  que por sus múltiples problemas de salud, debía preparar para su recuperación en casa. 

Y como no podía ser de otra manera, en mi siguiente compra incluí pollo.  Aspirando a su mínima manipulación, elegí el pollo lo mas limpio y terminado posible. 
Así es como eché al carrito de la compra, bandejas con muslos y filetes de pechuga limpios, deshuesados y sin piel.  

Una larga maceración con ingredientes que enmascaren, para mi deseo, el sabor del ave,  ha descubierto recetas deliciosas que comparto con vosotros.  

Pallo al sabor del tamarindo y guindillas

Necesitamos...

1 y 1/2  libra  de muslos de pollo deshuesados (650 kg)
1/2 taza de Ron de caña
1/2 taza de pulpa de tamarindo (entera)
1 cucharada de sal
1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
1 par de guindillas  o un par de ajíes gustosos  (yo usé guindilla japonesa)
Opcional:  dos papas medianas cortadas en cuartos y 5-6 cebollas pequeñitas

Así de fácil lo hacemos...

Mezclamos la pulpa y el ron, intentando deshacer la pulpa de tamarindo (no lo lograrás completamente, solo inténtalo, jajaj)
Puse las piezas de pollo en una bolsa Ziploc (con cierre cremallera) -si preferís, podéis ponerlo en un bowl no metálico-  sal, guindillas y la mezcla de ron y tamarindo.  Mezclamos bien, cerramos y dejamos reposar en la nevera.  Cuanto mas tiempo, mejor!   En mi caso, lo dejé dos días de maceración, moviendolas a diario.  Supongo que con un par de horas también funcionará.

Pasado el tiempo, pasamos las piezas de pollo con todo su jugo a una bandeja o molde, rociamos con dos cucharadas de aceite de oliva  y horneamos a 350° de 25 a 30 minutos.  Dejar refrescar 10 minutos y servir!

En la bandeja, molde o pirex podemos poner junto a las piezas de pollo, las papas y cebolletas pequeñas.  A gusto!

Con esta receta, me he partido la cabeza para presentarme al  concurso: “Cocina con guindillas” del blog ¡Con un par de guindillas!  el mas guindillero de los últimos tiempos  X-D

Pincha para ver el estupendo premio, además es un Concurso Internacional.   Sí, si... envían el premio a cualquier parte del mundo esté el ganador.  Eso no se ve todos los días, anímate que tienes hasta el 18 de noviembre.